Reflexiones para tí.

¿QUÉ HARÁS CON EL MENSAJE?

“Les anunciamos, pues, lo que hemos visto y oído, para que ustedes estén unidos con nosotros, como nosotros estamos unidos con Dios el Padre y con su Hijo Jesucristo” (1 Juan 1:3).

Uno de los aportes más significativos que la tecnología ha hecho a nuestro día a día es la mensajería instantánea. Aunque ya los mensajes de texto existían antes del Internet y los teléfonos inteligentes, la aparición de estos últimos ha abaratado los costos y permite enviar mucho más que mensajes. Hoy, gracias a aplicaciones como iMessage, BBM, Line, Tango y otras puedes enviar mensajes a todos tus contactos de forma rápida y segura.

En el año 2014 sucedió algo muy interesante con la aplicación de mensajería más usada, WhatsApp. Resulta que anteriormente podías ver cuando un mensaje había sido recibido por la otra persona, aunque esto no significara que dicho mensaje había sido leído, gracias a dos “palomitas” (//) verdes que aparecían junto al mensaje. A partir de mediados del 2014, cuando la otra persona leía el mensaje esas “palomitas” cambiaban a azul. Esto desató una oleada de comentarios, chistes, quejas, bromas y demás. ¿Por qué tanto escándalo por eso? Bueno, supongo que sabrás lo que se siente que le envíes un mensaje a un amigo, sepas que lo recibió, te des cuenta de que lo leyó y aun así no te conteste. Frustrante, ¿verdad?

Ahora quiero que reflexiones conmigo por un momento. Tú y yo hemos recibido la Biblia, la Palabra de Dios. Nos ha llegado gracias al sacrificio de muchas personas a lo largo de la historia, y cada día podemos descubrir a través de su lectura muchas bendiciones, entre las que se encuentra el conocimiento de la salvación. Pero al igual que un mensaje de WhatsApp, no basta solo con leerla, su Autor también espera una respuesta de nuestra parte. En algunos pasajes su intención es clara: “Dame, hijo mío, tu corazón” (Proverbios 23:26, RV95); “Yo estoy llamando a la puerta; si alguien oye mi voz y abre la puerta, entraré en su casa y cenaremos juntos” (Apocalipsis 3:20) o “Vengan a mí todos ustedes que están cansados de sus trabajos y cargas, y yo los haré descansar” (Mateo 11:28).

Hoy has leído el mensaje de Dios para ti, ahora él espera tu respuesta. No dejes el mensaje solo en “visto”, el Señor anhela escuchar tu respuesta.

#RespondealMensaje
#DiosEsperaTuRespuesta

Tomado de: Lecturas Devocionales para Jóvenes 2016
“Visita mi Muro, 366 Mensajes que Inspiran”
Por: J. Vladimir Polanco.






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